Hoy me gustaría compartir esta frase de Charles Darwin que invita a reflexionar sobre la necesidad de integrar el cambio como parte inevitable y adaptativa de la vida. A la mayoría de las personas nos resulta difícil sobreponernos a épocas de crisis, cambios inesperados, rupturas o duelos y es indispensable contemplar desde la normalidad la resistencia que en general tenemos a cambiar y, por tanto, la inercia a repetir los mismos patrones a pesar de la ineficacia...
En según qué situaciones aceptar o integrar el cambio es un proceso que no va a ser inmediato pues requiere de tiempo, conectar con nuestras emociones y a partir de allí empezar a digerir lo sucedido. Pero a partir de aquí va a ser clave nuestra capacidad de adaptación a la nueva situación y la actitud que tomemos a la hora de hacerle frente para poder reponernos a ella de forma más saludable.
Hay una parte muy positiva de los cambios y es que nos invitan a hacer nuevos aprendizajes de nosotros mismos, de los otros y de la vida en general para poder seguir evolucionando y ajustarnos a las circunstancias futuras con más conocimiento y sabiduría. Algo muy poderoso de estas situaciones es que exigen el despliegue de todos nuestros recursos y capacidades personales y ello nos brinda la oportunidad de descubrir nuevas potencialidades de uno mismo, ayudándonos a CRECER en todos los sentidos.
¡El mundo se mueve y es importante que nosotrosnos movamos con él!